La línea que da origen a los monarcas españoles del XIX es iniciada por Fernando VII, mientras Carlos María Isidro inicia la línea sucesora pretendida por los carlistas. Con el matrimonio de Isabel II y Francisco de Asis (rey consorte) se unen dos líneas dinámicas descendientes de un mismo tronco, lo que da mayor legitimidad a la opción isabelina ante la charlista. Las consecuencias del enfrentamiento entre ambas líneas dinámicas en la vida política, económica y social fueron: - La más directa fue el enfrentamiento armado, iniciado con la primera guerra charlista (1833-1839). - La política española se militarizó por la necesidad de contar con el ejército para defender el régimen de los ataques carlistas. - La prolongación del conflicto durante décadas provocó la sangría de la Hacienda, que tuvo que destinar grandes recursos a la guerra. Ello hipotecó los beneficios obtenidos con las desamortizaciones, que sufragaron los gastos bélicos en vez de servir para el desarrollo del país. - El conflicto provocó la polarización de la sociedad española en torno a dos ideologías contrapuestas, lo que freno el desarrollo del liberalismo, que mermado en su base y ante la continuidad necesaria de defenderse, encontró gran dificultad para aplicar su programa. Fuente: Vicens Vives. |
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