A principios del año de 1819 la villa de Alcoy ocupaba en la fabricación de paños 40.000 brazos de su vecindario y del de algunos pueblos comarcanos, y elaboraba en años comunes 21.000 piezas. El plausible deseo de que su calidad rivalizara y aun se aventajase a la de los extranjeros en igualdad de precio, estimuló a algunos empresarios para que a costa de sacrificios y contradicciones indecibles trajesen de fuera de España máquinas de cardar e hilar, y artistas peritos en su manejo. Desde que se estableció la primera a mediados del referido año, empezó a notarse el descontento de los cardadores e hilanderos, que temían se minoraría su trabajo y desaparecería el antiguo monopolio con que daban la ley, si se arraigaba y propagaba el nuevo método. […] Acababan de montarse a fines del próximo febrero, mas no por esto había desaparecido enteramente el jornal de los anteriores operarios, ni se debía temer que se verificase en lo sucesivo, porque el doble plan de los emprendedores era aplicar el hilado de las máquinas a la fabricación superfina, continuando en la ordinaria valiéndose de hilanderas a mano […]. Sin embargo, pues en despecho criminal, reunidos en cuadrillas, se arrojaron al horroroso crimen de incendiarios, reduciendo a cenizas 17 máquinas y otros enseres en valor de 2 millones de reales, y cometiendo este exceso con las armas en la mano; exceso tanto más detestable, cuanto que sin mejorar por él su pretendida mala condición, han envuelto en sus ruinas a los tejedores, tundidores, tintoreros y demás auxiliares de la fabricación de paños, que se hallan en la proporción de diez a uno respecto de los cardadores e hiladores. Diario de sesiones del Congreso de los Diputados, 18 de marzo de 1821 |
MOTINES LUDITAS DE ALCOY (1821).
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Publicado por
Félix
en
20:59
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