Deseando, pues, proveer de remedio a tan grave mal, y conservar en mis dominios la Santa Religión de Jesucristo que aman, y en que han vivido y viven dichosamente mis pueblos, así por la obligación que las leyes fundamentales del Reino imponen al príncipe que ha de reinar en él, y yo tengo jurado guardar y cumplir, como por ser ella el mido más a propósito para preservar a mis súbditos de disensiones intentonas, y mantenerlos en sosiego y tranquilidad, he creído que sería muy conveniente en las actuales circunstancias volviese al ejercicio de su jurisdicción el Tribunal del Santo Oficio. Sobre lo cual me han representado prelado sabios y virtuosos, y muchos cuerpos y personas graves, así eclesiásticos como seculares, que a este Tribunal debió España no haberse contaminado en el siglo XVI de los errores que causaron tanta aflicción a otros reinos, floreciendo en la nación al mismo tiempo en todo género de letras, en grandes hombres, y en santidad y virtud (...) Por lo cual, muy ahincadamente me han pedido la restablecimiento de aquel Tribunal; y accediendo Yo a sus ruegos y a los deseos (...), he resuelto que vuelvan y continúen por ahora el Consejo de la Inquisición y los demás Tribunales del Santo Oficio (....) Palacio, 21 de julio de 1814. Yo el Rey. A don Pedro de Macanaz. Suplemento a la Gaceta de Madrid, 23 de julio de 1814. |
TEXTO. RESTABLECIMIENTO DEL TRIBUNAL DE LA INQUISICIÓN EN 1814
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Publicado por
Félix
en
17:35
Etiquetas:
La crisis del Antiguo Régimen,
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