El tema de la violencia en la España de la guerra civil y de los años siguientes, en los que se siguió procesando por delitos de guerra, necesitaba no solo una actualización, sino un nuevo planteamiento. Lo que aquí se ofrece no es un simple estado de la cuestión que añada a lo ya sabido las aportaciones de lo que se ha investigado en la última década, sino una nueva forma de enfrentarse al problema a través de tres estudios, precedidos de una visión de conjunto de Francisco Espinosa. José María García Márquez se ocupa, en una innovadora investigación local, de la parcela peor conocida: la del terror azul que siguió de inmediato al triunfo del golpe militar. José Luis Ledesma analiza la violencia roja en la zona republicana y Pablo Gil Vico la represión judicial militar desde sus inicios en 1936 hasta 1950. Hay mucho de nuevo en este libro.
Esta es la primera vez, por ejemplo, en que el terror rojo y el azul son examinados con el mismo rigor. Más allá de las cifras, además, la aproximación a los casos individuales que permite la investigación en los archivos da un extraordinario calor humano a esta terrible historia.
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¿No es raro que para hablar de la época republicana y de la Guerra Civil se usen una delimitaciones creadas en 1981? ¿No es raro que una y otra vez se olvide la histórica división regional que la República reconoció? ¿No es raro que se borre del mapa la misma división histórica que también el franquismo perpetuó?
ResponderEliminarSabemos que es duro, pero NO HUBO "cántabros" muertos en la Guerra Civil, como tampoco hubo "riojanos", ni "castellanoleoneses" ni "castellanomanchegos" ni "murcianos de una sola provincia".
Puff, y si le preguntas a Franco seguro que te dice que los muertos republicanos no eran ni españoles, es una anacronismo, de acuerdo, pero entrar en estas cuestiones es un camino a ninguna parte, desde luego lo menos relevante. Un saludo.
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