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PACTO DE SEBASTIÁN, AGOSTO DE 1930
«En el domicilio social de la Unión Republicana, bajo la presidencia de don Fernando Sasiain, se reunieron esta tarde don Alejandro Lerroux y don Manuel Azaña, por La Alianza Republicana; don Marcelino Domingo, don Alvaro Albornoz y don Angel Galarza, por el Partido Republicano Radical Socialista, y don Niceto Alcalá Zamora y don Miguel Maura, por la Derecha Liberal Republicana; don Manuel Carrasco Formiguera, por Acció Catalana; don Matías Mallol Bosch, por Acción Republicana de Catalunya; don Jaime Aiguader, por Estat Catalá, y don Santiago Casares Quiroga, por la Federación Republicano Gallega, entidades que, juntamente con el Partido Federal Español, el cual, en espera de acuerdo de su próximo congreso, no puede enviar ninguna delegación, integran la totalidad de los elementos republicanos del país.
A esta reunión asistieron, invitados con carácter personal, don Felipe Sánchez Román, don Eduardo Ortega y Gasset y don Indalecio Prieto, no habiendo podido concurrir don Gregorio Marañón por hallarse ausente en Francia, y de quien se leyó una entusiasta carta de adhesión en respuesta a la indicación que con el mismo carácter se le hizo.
Examinada la actual situación política, todos los representantes concurrentes a la reunión llegaron en la exposición de sus peculiares puntos de vista, a una perfecta coincidencia, la cual quedó inequívocamente confirmada en la unanimidad con que se tomaron las diversas resoluciones adoptadas. La misma absoluta unanimidad hubo al apreciarse la conveniencia de gestionar rápidamente y con ahínco la adhesión de las demás organizaciones políticas y obreras, que en el acto previo de hoy no estuvieron representadas, para la finalidad concreta de sumar su poderoso auxilio a la acción que sin desmayos pretenden emprender conjuntamente las fuerzas adversas al actual régimen político».
Ampliando la nota interior, podemos decir que la cuestión batallona de la reunión fue el criterio mantenido por la representación catalana, expuesto claramente por el señor Carrasco Formiguera en el sentido de que para tomar parte en el hecho revolucionario necesitan ellos el reconocimiento de la personalidad catalana, pues no pueden prescindir de ser catalanes, aunque sean republicanos.
Unánimemente se mantuvo entre los reunidos el criterio de que Cataluña redacte libremente el Estatuto Catalán, sometiéndolo en su día al refrendo de las Cortes Constituyentes.
En este espíritu federalista de la asamblea se dijo también que el mismo criterio habría de seguirse por lo que respecta a otras regiones con personalidad definida, como son las Vascongadas, Galicia, etc., dentro de la unión perfecta de todas ellas.
Se convino ampliar las gestiones de todos los elementos antidinásticos, como el Partido Socialista, la Unión General de Trabajadores, la Confederación General del Trabajo, etcétera.
Se examinó el actual momento político, manifestándose también unánimes los criterios de los reunidos. Se dio de lado a la cuestión de las elecciones y se convino en la necesidad de realizar un amplio movimiento para la consecución de la finalidad que se persigue.
Hoy lunes, por la noche, los prohombres republicanos asisten a un banquete organizado por el Centro Republicano de Irún en homenaje al veterano republicano de la vecina ciudad don León Iruretagoyena.-Díaz”
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J.COSTA. LA TIERRA Y LA CUESTIÓN SOCIAL.
El pueblo gime en la misma servidumbre que antes, la libertad no ha penetrado en su hogar, su mísera suerte no ha cambiado en lo más mínimo, como no sea para empeorar (…), el régimen liberal ha hecho bancarrota. ¿Y sabéis por qué? Porque esa libertad no se cuidaron más que de escribirla en la “Gaceta”, creyendo que a eso se reducía todo; porque no se cuidaron de afianzarla dándole cuerpo y raíz en el cerebro y en el estómago; en el cerebro, mejorando y universalizando la instrucción, en el estómago, promoviendo una transformación honda de la agricultura, que la haga producir doble que al presente y disminuya el precio de las subsistencias, y, mediante la difusión de la propiedad territorial, elevando a los braceros a la condición de terratenientes. Se contentaron con la sombra, olvidando la verdadera sustancia de la libertad y su verdadera garantía, que se hallan en la escuela y en la despensa; y el fracaso era inevitable. No vieron que la libertad sin garbanzos no es libertad. No vieron que por encima de todas las Constituciones y de todos los derechos individuales y de todas las urnas electorales, el que tiene la llave del estómago tiene la llave de la conciencia, y, por tanto, que el que tiene el estómago dependiente de ajenas despensas no puede ir a donde quiere; no puede hacer lo que quiere, no puede pensar como quiere; no puede el día de las elecciones votar a quien quiere; no reflexionaron que el que no sabe es como el que no ve, y el que no ve tiene que ir conducido por un lazarillo a donde el lazarillo quiere llevarle, que raras veces es a donde el ciego le conviene, que casi siempre es donde le conviene al lazarillo (…) Esto lo vieron claramente los hombres de Estado de 1873, preocupándose tanto como de la reforma política, de la reforma social cuando todavía podía ser sazón de que fructificase pacífica y evolutivamente, sin los grandes trastornos y conmoción que ahora nos amenazan y que empiezan a alarmar a todos los partidos (…)
Costa J. “La tierra y la cuestión social”. 1902
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Manifiesto del comité de huelga el 12 agosto de 1917.
«A los obreros y a la opinión pública: ha llegado el momento de poner en práctica,
sin vacilación alguna, los propósitos anunciados por los representantes de la U.G.T y de la C.N. del T. en el manifiesto suscrito por estos organismos en el mes de marzo último.
Durante el tiempo transcurrido desde esa fecha hasta el momento actual, la afirmación hecha por el proletariado al demandar como remedio a los males que padece España un cambio fundamental de régimen político, ha sido corroborada por la actitud que sucesivamente han ido adoptando importantes organismos nacionales, desde la enérgica afirmación de la existencia de las Juntas de Defensa del Arma de Infantería, frente a los intentos de disolución de esos organismos por los Poderes públicos, hasta la Asamblea de Parlamentarios celebrada en Barcelona el día 19 de julio, y la adhesión a las conclusiones de esa Asamblea de numerosos ayuntamientos, que dan público testimonio de las ansias de renovación que existen en todo el país. Durante los días fabulosos en los cuales se han producido todos estos acontecimientos, el proletariado español ha dado pruebas de serenidad y reflexión, que tal vez hayan sido interpretadas por las oligarquías que detentan el poder como manifestaciones de falta de energía y de incomprensión de la gravedad de las circunstancias actuales.
[…] Pedimos la constitución de un Gobierno provisional que asuma los poderes ejecutivo y moderador, y prepare, previas las modificaciones imprescindibles en una legislación viciada, la celebración de unas elecciones sinceras, de unas Cortes Constituyentes que aborden en plena libertad los problemas fundamentales de la constitución política del país. Mientras no se haya conseguido ese objetivo, la organización obrera se halla absolutamente decidida a mantenerse en su actitud de huelga.
Ciudadanos: No somos instrumentos de desorden, como en su impudicia nos llaman con frecuencia los gobernantes que padecemos. Aceptamos una misión de sacrificio por el bien de todos, por la salvación del pueblo español, y solicitamos vuestro concurso.
¡Viva España!
Madrid, 12 de agosto de 1917. por el Comité Nacional de UGT, Francisco Largo
Caballero, vicepresidente, Daniel Anguiano, vicesecretarios. Por el Comité nacional del
PSOE, Julián Besteiro, vicepresidente, Andrés Saborit, vicesecretario”.
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«El error Berenguer». Artículo de José Ortega y Gasset publicado en El Sol,15 de noviembre de 1930
Pero esta vez se ha equivocado. Este es el
error Berenguer. Al cabo de diez meses, la opinión pública está menos resuelta
que nunca a olvidar la «gran viltá» que fue la Dictadura. El régimen sigue
solitario, acordonado como leproso en lazareto. No hay un hombre hábil que
quiera acercarse a él; actas, carteras, promesas –las cuentas de vidrio
perpetuas– no han servido esta vez para nada. Al contrario: esta última ficción
colma el vaso. La reacción indignada de España empieza ahora, precisamente
ahora, y no hace diez meses. España se toma siempre tiempo, el suyo. […]
Quiere una vez más salir del paso, como si
los veinte millones de españoles estuviésemos ahí para que él saliese del paso.
Busca a alguien que se encargue de la ficción, que realice la política del
«aquí no ha pasado nada». Encuentra solo un general amnistiado. Este es el
error Berenguer del que la historia hablará. Y como es irremediablemente un error,
somos nosotros, y no el régimen mismo; nosotros, gente de la calle, de tres al
cuarto y nada revolucionarios, quienes tenemos que decir a nuestros
conciudadanos: ¡Españoles, vuestro Estado no existe! ¡Reconstruidlo!
Delenda est Monarchia.
«El error Berenguer».
Artículo de José Ortega y Gasset publicado en El Sol,15 de noviembre de 1930
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Primo de Rivera sobre el conflicto marroquí (1923).
Hemos relevado al alto comisario en
Marruecos. Era incapaz, y llevaba su osadía al punto de entrometerse en la
organización de las operaciones militares. Hemos nombrado alto comisario y
general en jefe al general Aizpuru, que ha sido hasta ahora ministro de la
Guerra. Va con plenos poderes. Con tan plenos poderes, que nosotros no
tendremos que ocuparnos de Marruecos para poder estar atentos al magno problema
de la reconstitución nacional. El general Aizpuru, además de ser uno de
nuestros mejores generales, es competentísimo en el problema marroquí, y no
necesitará de nuestros consejos, sino que, al contrario, él es quien podrá
darlos.
En la zona oriental no hay más remedio que
operar. No es este el caso del Raisuni. No vamos a pactar con un rebelde como Abd-el-Krim,
que a todo intento pacífico responde construyendo trincheras para asesinar
impunemente a nuestros soldados. El ejército no quiere guerra; pero sí necesita
establecer sólidamente su prestigio ante el enemigo. […] Pasaremos por Annual;
digo que pasaremos, y no digo que vayamos a establecer allí una posición.
Veremos lo que se hace; pero una vez que nuestras tropas hayan pasado por Annual,
el honor del ejército queda satisfecho.
Declaraciones de Primo de
Rivera al diario El Sol,
Madrid, 1923
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Expediente Picasso, 1922
Se abandona la posición con todos sus
elementos, sin instrucciones, con prisas, sin conocer plan ni dirección,
revueltas las fuerzas, confundidas, sin jefes, puede decirse, acosados por el
enemigo y sin más idea visible que la de la salvación individual por la huida,
vergonzosa en unos, inexplicable en otros y lamentable en todos, siendo
inútiles los esfuerzos de unos cuantos para contener esta avalancha, que tan
impremeditadamente se había dejado desbordar.
Es imposible hacer la descripción exacta
de este momento de pánico, descrito de tan diversos modos por los diferentes
testigos, que de ello no se saca más que una triste impresión de dolor.
Expediente Picasso, 1922
-Ya llega a los coroneles
-Ya sube hasta los generales
- ¿Ve usted si está alto? Pues no llega a los políticos.
Caricatura de Sileno publicada en Blanco y Negro, octubre de 1922
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La situación del campo andaluz a principios del siglo XX
Los que suscriben, en representación de la
Sociedad de agricultores y similares, […], y en el deseo de que el Instituto
pueda hacer un minucioso estudio para la elaboración de un proyecto de Ley que
dé satisfacción en la mayor cantidad posible a los obreros agrícolas en
Andalucía, tienen el honor de exponer lo siguiente:
1.º Que el origen de los actuales
conflictos es motivado por la carestía de las subsistencias, de una parte, y de
otra la intransigencia de la clase patronal, opuesta siempre a conceder
aumentos en los salarios en proporción a cómo en esta provincia están las
subsistencias […].
[…] el jornal en metálico es el mismo, y
además en especies (aceite, vinagre, ajos y sal), se les da una cantidad no
mayor de 40 céntimos.
En lo que afecta a los alojamientos
(dormitorios), son pésimos, y ninguno, por lo regular, reúne condiciones de
salubridad […].
Memoria para el Instituto
de Reformas Sociales.
Montilla, a 19 de febrero
de 1919
La sociedad La Parra Productiva, de Montilla (Córdoba), en su informe a la comisión del Instituto de Reformas Sociales, estimaba que para que viviese una familia de trabajadores del campo andaluz, en 1919, eran imprescindibles:
- 3 kilos de pan,
- 2 tazas de habichuelas,
- 1 libra de arroz,
- 100 gramos de tocino,
- 2 panillas de aceite,
- 1 trozo de jabón,
- picón para el brasero,
- ropa de uso, hilo y calzado,
- dinero para el alquiler diario.
En total representaba 4,55 pesetas diarias. Como se observa no se consideran otros gastos (por ejemplo, sanitarios). Sin embargo, el salario medio no pasaba de 3,25 pesetas, lo que necesariamente tenía que compensarse con los destajos en tiempo de siega, el trabajo de las mujeres y niños en tiempos de vendimia o aceituna, etc.
Tuñon de Lara, M, Claves de la Historia Social. Barcelona, 1982. Pág. 35.
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Cambó reclama la autonomía de Cataluña.
Es la hora de la autonomía de Cataluña por
la situación del mundo y por la situación de España, porque es la hora de la
solución de todos los problemas vivos y de las expansiones de todas las grandes
idealidades. Y el problema de Cataluña está en sazón para resolverse […], y la
hora de la solución del problema de Cataluña ha llegado. Y ha llegado por la
unanimidad de la voluntad, porque supongo no consideréis motivo para retrasar
la solución la expresión de que hay un grupo, una minoría, separatista en Cataluña
[…].
Yo os digo que el nacionalismo catalán es
un hecho biológico, que la autonomía es una fórmula jurídica para resolverlo, y
que frente a un hecho biológico caben, por parte del poder público, tres
actitudes y tres posiciones: la de desconocerlo, la de combatirlo hasta
intentar extirparlo y la de resolverlo mediante una solución jurídica […].
Discurso de Francesc
Cambó en las Cortes,
noviembre de 1918
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Manifiesto del golpe de Estado (13 septiembre de 1923).
Ha llegado para nosotros
el
momento más temido que esperado
(porque hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin
interrupción la vida española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso
requerimiento de cuanto amando la Patria no ven para ella otra salvación que liberarla de los
profesionales de la política, de los hombres que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año 1998 y amenazan a España con
un próximo fin trágico y deshonroso. (…)
¡Viva
España y viva el Rey! No tenemos que
justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de
prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y
obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de moneda; francachela de millones de gastos reservados; sospechosa política arancelaria por la tendencia, y más porque quien la maneja hace alarde
de descocada inmoralidad; rastreras intrigas políticas
tomando como pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbres que este gravísimo problema nacional; indisciplina social, que hace el trabajo ineficaz y nulo, precaria y ruinosa
la producción agrícola e industrial, impune propaganda comunista; impiedad e incultura; justicia influida por la
política; descarada propaganda separatista, pasiones tendenciosas alrededor del problema de las
responsabilidades. (…)
No venimos a llorar
lástimas y vergüenzas, sino a ponerles pronto y radical remedio, para lo que requerimos el concurso de todos los buenos
ciudadanos. Para ello y en virtud de la confianza y mandato que en mí han
depositado, se constituirá en Madrid un directorio inspector militar con carácter provisional encargado de mantener el orden público y asegurar el
funcionamiento normal de los ministerios y organismos oficiales.
Manifiesto del golpe de Estado (13
septiembre de 1923)
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"La tierra, para los que la trabajan".Resoluciones del Congreso de la CNT celebrado en Valencia (1919)
Nos parece que los campesinos no deben perseguir otro ideal
económico que el reparto más
equitativo de las tierras y de los útiles de producción. Nuestra esperanza
está, pues, en los campesinos andaluces, a los que consideramos con capacidad
para llevar a cabo la transformación social
que ha iniciado el mundo obrero en Oriente (…).
La voz
del campesino,
periódico anarquista (1919)
En vista de los
movimientos que se operan en toda Europa y con la experiencia y el ejemplo de los campesinos rusos, ¿qué táctica hemos de
seguir los campesinos españoles para resolver los problemas que a la
agricultura y, en particular, a la propiedad territorial afectan, una vez
llegado el momento? El dictamen resuelve: Los medios pueden deducirse desde el
momento en que trata de conseguirse la expropiación, que está contenida en
nuestro lema “La tierra, para los que
la trabajan”.
Resoluciones
del Congreso de la CNT celebrado en Valencia (1919)
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La crisis política de 1917. La Asamblea de Parlamentarios de Barcelona.
La Asamblea adopta los
siguientes acuerdos:
a) La política del actual Gobierno (…) constituye a la vez un
agravio al Parlamento y un obstáculo a que las ansias de renovación que siente el país
puedan obtener normal satisfacción.
b) Que habiendo declarado
el gobierno y los partidos que tienen mayoría en las actuales Cortes, que éstas
no pueden actuar en funciones de Constituyentes, y considerando la Asamblea que
urge deliberar y resolver sobre la organización del Estado,
la autonomía de los municipios y los demás problemas que las circunstancias plantean con
apremio inaplazable para la vida del país, entiende que es indispensable la convocatoria de nuevas Cortes con
funciones de Constituyentes. (…)
c) Que para que el país
pueda manifestar libremente su opinión, y el pueblo no vea cerrada toda
esperanza de que su voluntad sea conocida y respetada, las Cortes Constituyentes no puedan ser convocadas por un gobierno de partido, que fatalmente seguiría los
habituales procedimientos de adulteración del sufragio, sino por un Gobierno que encarne y represente la voluntad
soberana del país.
d) Que es indispensable que
el acto realizado por el Ejército el día 1 de junio vaya seguido de una
profunda renovación de la vida pública española, emprendida y realizada por los
elementos políticos; (…)
El acto de Barcelona descrito por los parlamentarios.
Narración expuesta en hoja clandestina por los
asambleístas (19 de julio de 1917)
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Moción de la asamblea obrera de Tarrasa (21 de julio de 1909)
Considerando que la guerra es una
consecuencia fatal del régimen de
producción capitalista; considerando, además, que dado el
sistema español de reclutamiento del ejército, solo los obreros hacen la guerra que los burgueses declaran, la Asamblea protesta
enérgicamente:
1. Contra la acción del gobierno español en Marruecos.
2. Contra los procedimientos de ciertas damas de la aristocracia que
insultaron el dolor de los reservistas, de sus mujeres y de sus hijos, dándoles
medallas y escapularios, en vez de proporcionarles los medios de
subsistencia que les arrebatan con la marcha del jefe de familia.
3. Contra el envío a la guerra de ciudadanos útiles a la producción y, en
general, indiferentes al triunfo de la cruz sobre la media luna, cuando se podrían formar regimientos de
curas y frailes que, además de estar directamente interesados en el éxito de la
religión católica, no tienen familia ni
hogar, ni son de utilidad alguna al país […].
Compromete a la clase obrera a concentrar todas sus fuerzas por si
hubiera de declarar la huelga general para obligar al
gobierno a respetar los derechos que tienen los marroquíes a conservar intacta
la independencia de su patria. |
Los principios de la CNT
El Congreso de Bellas Artes definió el sindicalismo «como un medio de lucha […] para recabar de momento todas aquellas
ventajas que permitan a la clase obrera poder intensificar la lucha dentro del
presente estado de cosas, a fin de conseguir […] la emancipación integral de la clase obrera,
mediante la expropiación revolucionaria de la burguesía, tan pronto como el sindicalismo […] se
considere bastante fuerte numéricamente y bastante capacitado intelectualmente
para llevar
a efecto la huelga general,
que por propia definición debe ser revolucionaria, y hace suya la divisa de la Primera
Internacional: La emancipación de los trabajadores ha de ser la obra de los
trabajadores mismos. Por
consecuencia, los sindicatos de la C.N.T. solo pueden
estar integrados por obreros
que conquisten su jornal en las empresas o industrias que explotan la burguesía
y el Estado».
José Peirats,
Los
anarquistas en la crisis política española
(1869-1939), 2006
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Manifiesto de Solidaridad Catalana (1906)
Catalanes:
Una
ley pensada para ahogar el potente
ideal de libertad, que con infinita
variedad de matices y colores bulle en la opinión de Cataluña y que a su calor se refuerza y prepara para transformar y
redimir a toda España, ha sido votada por el Parlamento y sancionada por la
Corona.
Todos
hemos luchado para pararla. Y
también nosotros, los que os convocamos en Gerona para iniciar esta fuerte
campaña y, depositarios de vuestra confianza, hemos seguido fomentándola con la
autoridad que habíamos recibido de vosotros.
Es así como los pueblos
crecen y se elevan; así, poniéndose con todo su peso en las empresas superiores
colectivas y sintiendo fuertemente la solidaridad en las horas de crisis y
peligro. Este es el camino abierto a la vitalidad de la potente Cataluña. Siguiéndolo
con decisión, la voluntad catalana hará salir de las ruinas una España
nueva, en la que los pueblos,
en viva hermandad, gozarán de prosperidad, cultura y libertad.
Por eso os llamamos de
nuevo los iniciadores de Solidaridad Catalana, seguros hoy como ayer de vuestro
concurso y de vuestro entusiasmo.
Barcelona, marzo de 1906
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Lerroux y los Jóvenes bárbaros (1906).
Artículo
de Lerroux
publicado en La Rebeldía, 1 de
septiembre de 1906
Rebelaos contra todo: no hay nada o casi nada bueno.
Rebelaos contra
todos: no hay nadie o casi
nadie justo. […]
Sed arrogantes como si no hubiera en el mundo nadie ni nada más
fuerte que vosotros, no lo
hay. […]
Sed osados y valerosos, como si tuvieseis atadas a vuestros pies la Victoria y la
Muerte.
Sois la vida que se renueva, la naturaleza que triunfa, el
pensamiento que
ilumina, la voluntad que crea […].
Jóvenes bárbaros de hoy,
entrad a saco en la civilización decadente y
miserable de este país sin
ventura, destruid sus templos, acabad con sus dioses, alzad el velo de las
novicias y elevadlas a la categoría de madres para virilizar la especie,
penetrad en los registros de la propiedad y haced hogueras con sus papeles […],
entrad en los hogares humildes y levantad legiones de
proletarios, para
que el mundo tiemble ante sus jueces despiertos.
Hay que hacerlo todo nuevo, con los sillares
empolvados, con las vigas humeantes de los viejos edificios derrumbados, pero
antes necesitamos la catapulta que abata los muros y el rodillo que nivele los
solares.
El pueblo es esclavo de la Iglesia: vive triste,
ignorante, hambriento, resignado, cobarde, embrutecido por el dogma, encadenado
por el temor al infierno. Hay que destruir la
Iglesia.
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