Texto. Instrumentos de la romanización.

1. La fuerza. Durante la conquista, Roma castigó la resistencia de algunas tribus hispanas, trasplantando en masa a sus individuos de unas regiones a otras (ej. lusitanos a Valencia, cántabros al Duero). Este sistema, cruel para los que tuvieron que soportarlo, contribuyó a unificar el país. 2. Las colonias. Los romanos fundaron en Hispania ciudades (colonias) en las que establecieron soldados en activo o licenciados y agricultores italianos. Muchos de ellos se casaron con mujeres hispanas y así empezaron a fundirse las dos razas. Las colonias fueron grandes focos de romanización. Algunas ciudades españolas tienen este origen. 3. La ciudadanía. El título de ciudadano romano reportaba muchos beneficios. Los romanos tuvieron la habilidad de concederlo a los habitantes de las ciudades pacificas, y, más tarde, lo fueron otorgando gradualmente a todos los súbditos del Imperio, haciéndoles  así experimentar primero el deseo y luego el orgullo de sentirse romanos. A partir del año 212 la ciudadanía romana fue concedida a todos los súbditos libres del Imperio. 4. Los municipios. Roma organizó las ciudades hispanas a imagen de las de Italia, dándoles el derecho a administrarse por sí mismas. Estas ciudades se llamaron municipios. La transformación de las ciudades hispanas en municipios fue otro gran factor de romanización. 5. El Derecho. Probablemente las ciudades hispanas carecían de Derecho escrito. Cada una resolvía los pleitos según costumbres antiguas, diferentes en cada ciudad. Los romanos introdujeron su Derecho, tan perfecto, que ha sido la base del de los pueblos modernos, y todas las ciudades lo adoptaron, modificando la organización de la propiedad, de la familia y de los contratos, a la manera de Roma. 6. La unificación política. Con la dominación romana, toda la Península Ibérica obedeció por primera vez a una sola autoridad (el Gobierno de Roma). Perdida la independencia de las ciudades, cesaron sus luchas constantes y se sintieron más solidarias. Los romanos llamaron Hispania a la Península, y, por primera vez, un solo nombre designó todas las tierras peninsulares. 7. La cultura. El latín. La superioridad de la civilización romana contribuyó mucho a la romanización; porque, siempre que dos civilizaciones se ponen en contacto, la superior asimila a la inferior. Por esto la cultura romana se difundió por Hispania y la lengua de los romanos, el latín, se impuso a las lenguas indígenas. De ella se derivan las que actualmente se hablan en la Península, excepto el vasco.  8. Las obras públicas. Los romanos construyeron en Hispania útiles y grandiosas obras públicas, muchas de las cuales han llegado hasta nuestros días. La Península se llenó de puentes, como el de Alcántara sobre el Tajo, o el de Mérida sobre el Guadiana; acueductos, como los de Segovia, Mérida y Tarragona; faros, puertos y sobre todo, vías (carreteras o calzadas). El arco de medio punto y la bóveda fueron elementos típicos de la arquitectura romana, cuya solidez, espíritu práctico y grandiosidad son proverbiales. Las vías fueron un gran elemento de unificación del país.  Sobrequés Vidal, S, Hispania. Síntesis de Historia de España, págs. 34-35. Enlace al texto para descargar.